Discurso de Apertura de la Presidenta del H.C.D.

  • 04.04.2012
Presidenta del HCD

Antes de dar inicio formalmente a la apertura de sesiones ordinarias de este concejo deliberante, quisiera agradecer muy especialmente la presencia del Intendente Municipal Cristian Popovich, funcionarios del D.E., autoridades escolares, representantes de entidades intermedias, medios de comunicación,  como así también a los vecinos de nuestra comunidad que hoy se han acercado a acompañarnos en el XXIX vigésimo noveno período de sesiones ordinarias desde que recuperamos la democracia a  fines de 1983.

En la víspera de este  acontecimiento pensaba que nuestra generación, los nacidos en los 70 y los 80, ha tenido la ventaja de transcurrir su juventud  en democracia.  A diferencia de otras generaciones como la de nuestros padres, por ejemplo,  que no han tenido esa posibilidad durante tantos años seguidos, sin ningún tipo de interrupción: cada tanto se sucedían los golpes cívico - militares: el del 55, el del 62, el del 66,  y el último, el de 1976.

Desde finales de 1983 para acá,  el pueblo argentino ha transitado casi treinta años de democracia en forma ininterrumpida; democracia frágil en un principio, amenazada muchas veces, con cuestiones pendientes sin saldar aún, pero que con el correr de los años fuimos entre todos fortaleciendo, al punto tal, que hoy, nadie teme por su vulnerabilidad. Quienes  concebimos la actividad política como la herramienta para construir, pretendemos sobrevolar las diferencias y encontrar –por medio del diálogo y el respeto- las cuestiones comunes sobre las que podemos continuar transformando la realidad: esto es posible, a pesar de las divergencias y es nuestra obligación como dirigentes hacia la comunidad en donde desarrollamos esta actividad.

Una comunidad en la que todos nos conocemos, y donde, dejar de lado las mezquindades, superar los desencuentros, es un desafío que no podemos eludir si pretendemos mejorar las cuestiones pendientes, afrontando nuevos desafíos y los sueños compartidos que tenemos por delante; planteándonos metas comunes a partir de las cuales podemos seguir creciendo y transformando para mejor esta ciudad que no dudo –todos los que estamos hoy aquí reunidos- queremos entrañablemente. Nada más, muchas gracias.